miércoles, 19 de diciembre de 2012

Turismo gráfico


Dicen que en Japón, desde que son los reyes de la tecnología, es común entres sus habitantes la costumbre de intercambiar fotografías cuando llega el frío. Durante sus breves vacaciones de verano o Semana Santa, los veremos tomar fotos a toda pastilla, por cualquier lugar turístico en el que coincidamos con algunos de ellos. Y resulta agradable pensar en una tarde de invierno, donde toda la familia contempla imágenes del mundo, La Alhambra, Chichen Itzá, el Coliseo o la catedral de Nôtre Dame, mientras afuera circula la peña en masa de un lado para otro, como en los hormigueros cuando llueve.

Pero resulta que aquí mismo, en Oliva de la Frontera, el fotógrafo José Mari Torrado, ha tenido una idea más lúdica y, en mi opinión, mucho más enriquecedora: se ha propuesto publicar una fotografía diaria, durante todo un año en su blog personal. Es de los pocos blogs que sigo a diario, porque este fotógrafo tiene un talento natural para la composición gráfica, y podemos observarlo en una puerta pintada de rojo, una tarde mojada, un grupo de personas que charla mientras se toma unas cervezas, una chica que toca el piano, o, como en el caso que ilustramos, una jornada de trabajo en el campo.

Y no quiero desanimar a esos japoneses que se pasan las vacaciones captando imágenes de todos los puntos clave en la historia de la humanidad, pero sí sería bueno que se parasen a meditar si quizá el mejor recorrido turístico que puede hacer uno no es el de la propia vida, sin importar el lugar donde se desarrolle. Porque este invierno que llega, pueden disfrutar de otra excursión diferente, alejada del ruido del turismo en masa. Serán las 365 etapas de un viaje gráfico de un año, y podrán deleitarse cuanto quieran con los detalles de cada estampa, sin que la prisa les agobie.

José Mari nos demuestra que es muy posible disfrutar con todas esas pequeñas cosas, que sólo hay que aprender a mirarlas.

Enhorabuena.